Que sus faldas son ciclones

faldasciclonesRosa García Rayego, María Soledad Sánchez Gómez (eds.), Que sus faldas son ciclones. Representación literaria contemporánea del lesbianismo en lengua inglesa, ed. Egales, Madrid, 2008.

240 págs.

Que sus faldas son ciclones constituye un recorrido por las diversas representaciones del lesbianismo en la literatura angloamericana desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX hasta la actualidad, a través de sus distintas manifestaciones y géneros literarios. Hablar de literatura lésbica desde una perspectiva histórica es hablar de una forma de disidencia y de unas autoras que han intentado no sucumbir ante lo que Adrienne Rich denomina «heterosexualidad obligatoria». Las autoras y autores de este libro bucean en el pasado de una tradición literaria, en la que las tribulaciones de Virginia Woolf en torno a la identidad, así como el lesbianismo explícito de «El pozo de la soledad» (1927), constituyen las primeras manifestaciones de una expresividad lésbica, que entronca con el pensamiento feminista posterior y con grandes hitos de la narrativa lesbiana durante los años sesenta y setenta como Sarah Waters o Rita Mae Brown. Esta rica visión histórica se cierra con un breve panorama interdisciplinar sobre la última hora de la literatura homoerótica femenina en lengua inglesa, analizando en profundidad el complejo mundo simbólico de poetas como Audre Lorde o Judy Grahn, las múltiples vertientes de la narrativa contemporánea, desde la novela de intriga hasta la ciencia ficción, y las novedades que ofrecen la escena londinense y neoyorquina en torno al argumento. «Que sus faldas son ciclones» intenta paliar la invisibilidad a la que se ha visto abocado históricamente el colectivo lesbiano y su producción artística, reconociendo la existencia de una producción literaria propia de un grupo marginado (el lesbiano) dentro de un grupo marginal en el canon literario (las mujeres escritoras), aportando una mirada diferente y enriquecedora.

La habitación de Giovanni

habitaciongiovanniJames Baldwin, La habitación de Giovanni, ed. Egales, Madrid, 2005.

176 págs.

Ambientada en el mundo bohemio del Paris de los cincuenta. La habitación de Giovani es un clásico de la literatura gay. Su tema principal versa en torno al despertar de un hombre joven ante su verdadera naturaleza homosexual.
David un e scritor americano rubio atractivo, que vive ne Paris, conoce a Giovanni, un hermoso joven italiano, en un bar gay. Borracho David acepta pasar la noche con èl. Y esa noche se prolonga hasta convertirse en tres meses de pasión en la habitación de Giovanni donde buscara refugio y encontrara el amor.
Incapaz de enfrentarse a la nueva vida que se abre ante el y su amor por un hombre huye, cobardemente, cuando su novia Hella regresa a Paris.
En esta novela, Baldwin integra el deseo en un entramado simbolico que desarrolla el «problema» de la homosexualidad en esquemas culturales mas amplios. El principal contraste es el que separa al americano, «civilizado» y culto, pero fundamentalmente deshonesto, frente a un italiano espontáneo, capaz de ser sincero consigo mismo pero inocente.

Buen Criollo

buencriolloAdolfo Caminha, Buen Criollo, ed. Egales, Madrid, 2005.

173 págs.

Narra el amor irrefrenable que siente el criollo Amaro por el jóven Alexio, rubio, de ojos azul-verdosos, que cede finalmente a los requerimientos del compañero de navegación. Basada en un hecho real que causó escándalo en Río de Janeiro en el siglo XIX. Enfoca la cuestión de la esclavitud desde un punto de vista republicano y abolicionista.

Informe sobre señores

informesenoresLorenzo Verdasco, Informe sobre señores, ed. del autor, Tucumán, 2007.

Los protagonistas en general son hombres, hasta que se demuestre otra cosa. Son “señores”. El Informe obra como revelación: puesta al desnudo.
El viejo imperativo del placer estético – esa complacencia que el lector le pide al texto literario- aparece cuestionada en las páginas del libro que nos ocupa. Los escritos de Verdasco tienen la doble cualidad de enrarecer el deleite y sin embargo atrapar al lector.
Como el agua viva que en el mar sorprende al peregrino nadador, lo quema, lo torna extraño al mar y le deja una sensación de ardor que difícilmente le permita retornar al agua con un semblante ingenuo, la narrativa de Informe sobre señores quema, deja inquietud, succiona la ingenuidad. Por qué no decirlo: pervierte. Literariamente hablando, por supuesto.
No sólo por el erotismo finamente agresivo que destilan sus páginas, sino también por la serie de tópicos que emergen de las impúdicas peripecias de los personajes. Me limito a mencionar tres de aquéllos:
En primer lugar, al poner en cuestión su masculinidad, los personajes, se instalan en una zona incierta para la cual aún no existen demasiadas categorizaciones que no sean las típicamente despectivas. Existe la constante oscilación entre ser hombres, o ser, no ya mujeres, sino entrar en la menos incipiente que perturbadora categoría de “amantes de otro hombre”. Por ello, el joven amante de Informe sobre señores, relato que da nombre al libro, ofrece un ambiguo llanto: “…llanto luctuoso por la pérdida de la virginidad y de la hombría, llanto dichoso por la pertenencia al macho lascivo y genitor…”
En segundo lugar, las relaciones entre los personajes parecen atravesadas por una lógica de amo y de esclavo muy a tono con los modos eróticos puestos en juego. En los encuentros suele haber un iniciador que ejerce dominación física sobre otro. Ese otro se redime en la entrega de su carne y en su condición de víctima o siervo. En ningún caso se habla de amor o de algo parecido. Hay, sí, pasaje de un estado a otro: de vecino a “marido”, de compañero de morada a “esposa”, de cliente a “dueño”. Los roles convencionales de marido y mujer relampaguean y se diluyen, mutan, devienen otra cosa. “Es cierto que me pega, pero también es cierto que es el primero que me besa apasionadamente en la boca y me trata como a su señora”, es lo que dice el narrador personaje del relato Pedagogía de la criatura.
En tercer lugar, el tratamiento de la carne es bastante crudo: en una atmósfera erótica especial los cuerpos son atravesados, penetrados, consentidamente forzados. Este es el modo de acceso a una dimensión del placer reservada e impúdica. El cuerpo es víctima de los sacrificios y altar de depósito, doliente receptáculo de las ofrendas. “Mi sexo presto como el cuchillo de obsidiana que utilizaban los aztecas en los sacrificios humanos, se acercó naturalmente a aquella criatura de la noche”, confiesa el narrador personaje en Tres hombres.
Así, el encuentro foráneo y famélico de un cuerpo con otro es la clave de la delicada violencia erótica que impregna el libro, violencia que se condensa y estalla en relatos como El aromo:“lo que empezó a sentir era como una tripa o, más bien, un enorme ratón enjabonado y caliente…” .
Informe sobre señores está constituido por relatos de diversa factura, de trama compacta con una sucesión no siempre lineal de acciones, donde la tensión es constante. Relatos en los que lo obsceno se vale de artificios para hacer su aparición: empleo de segundas personas que enfatizan el carácter de “delación” de ciertas intimidades impuestas al olvido, breves alocuciones descarnadas de los personajes, ambientes dados a la práctica de lo heterodoxo.
En estas ficciones encontramos siempre a un narrador minucioso, una especie de baquiano de los márgenes. Porque aquí se trata de personajes, lugares y experiencias que se revelan como marginales. Y no es de extrañar que esta aproximación que hace el narrador de esos márgenes hacia el centro vital cotidiano y supuestamente normal de los lectores sea lo que torne sofocante – y no menos atractivo – el tránsito por sus páginas.

Por la prof. Natalia Acosta
(Publicado en El Periódico de Tucumán 25/2/2007)

El colectivo

el_colectivoEugenia Almeida, El colectivo, ed. edhasa, Bs. As., 2009

156 págs.

El colectivo es una historia sencilla. Contada con una prosa igual de sencilla, de frases cortas, pero no exenta de ritmo y poesía. Es la historia de un pequeño pueblo en el que deja de parar el autobús público (el colectivo en la Argentina) sin que nadie sepa la verdadera razón. La historia sucede en la provincia argentina de Córdoba pero podría suceder en cualquier lugar del mundo. En un remoto país o al lado de casa. Que sucede en 1977 durante la dictadura militar pero podría suceder en cualquier momento de la historia. Hoy mismo o hace mil años.

Podríamos decir que nos encontramos ante una novela de denuncia social. Una novela que habla de los abusos y la impunidad del poder. Pero entonces no diríamos nada. Porque El colectivo va más allá. Cuenta una pequeña historia. Una anécdota. Pero una anécdota que se convierte en fábula. Una anécdota insignificante que resume millones de anécdotas, que las contiene en esencia. Con unos protagonistas casi arquetípicos, a la vez que profundamente humanos. Y es esto lo que más conmueve, que parecen atados a su rol. Muñecos de carne y hueso incapaces de dejar de cumplir su papel específico en la tragedia que sobreviene: Primitivo, el comisario, Martita… Todos los habitantes del pueblo son cómplices del poder de algún modo. Por aquello que no preguntan, que no dicen o que no miran.

Voces en el jardín

vocesjardinbogardeDirk Bogarde, Voces en el jardin, ediciones B., Barcelona, 1998.

Idioma: español, 266 págs.

Bogarde siempre me ha interesado, especialmente por su manera de hablar y expresarse, elegante, fastuosamente, muy a la inglesa. Su historia también es curiosa… Antes de la segunda gran guerra hizo pequeños papeles en el teatro, nada importante. Fue después del desastroso conflicto orquestado por otro genio de la interpretación, Adolf Hitler, cuando un agente de la compañía Rank, muy interesado por el aspecto del actor (no sé si debió tirárselo o su historia fue puramente platónica), le instó a que se dedicara en cuerpo y alma al cine. Hollywood vislumbró en Bogarde a una de esas estrellas que tan bien encajaba en sus desmesuradas producciones, y, una vez arrancó, Bogarde ya no pudo bajar del carro, al menos hasta los setenta, cuando abandonó su carrera cinematográfica por la literatura. Su obra no es muy extensa, pero sí interesante, y se compone por varios volúmenes de memorias y tres novelas, Un oficio suave, Voces en el jardín y Al oeste del ocaso. Tenía mucho talento y, siendo joven, no tardó en desmarcarse demostrando que era capaz de dotar con mucha profundidad psicológica a sus personajes, ahí están películas como Victim, Cast a dark shadow o The servant (no sé por qué mencionó sus títulos en inglés, acaso la resaca…), por no hablar de Muerte en Venecia y El portero de noche, mis preferidas del espléndido actor de ascendencia neerlandesa y escocesa. No sé si su padre, que era editor artístico de The times, o su madre, actriz, llegaron a ver con buenos ojos la labor de Dick en el cine. Bogarde era homosexual y tenía un carácter especial, agriado por la traumática experiencia que vivió en Alemania durante la guerra, cuando fue uno de los primeros oficiales (alcanzó el rango de capitán) en pisar el campo de concentración de Bergen-Belsen. Los horrores que allí vio, todos aquellos cuerpos destruidos por un innominado sentimiento para el que todavía no se ha hallado una explicación coherente, aquellos semblantes, aquellos ojos en los que sólo había retazos de abismo, le marcaron tanto que nunca dejó de odiar a los alemanes y a su patria (tanto es así que una vez escribió que bajaría de un ascensor antes que estar junto a un alemán en uno). Lo mejor de todo es que con tres de sus papeles estrella encarnaba a alemanes, uno de ellos oficial de las SS. Ironías de la vida.

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Los chicos de alquiler no lloran

chicosalquilernolloranRichie McMullen, Los chicos de alquiler no lloran, ed. Egales, Madrid, 2001.

258 págs.

En la era del Rock and Roll, la vida en el soho londinense de los años 60 no es sencilla, y mucho menos si eres chapero; sin embargo, los chicos, explotados por las bandas locales, encuentran consuelo y apoyo entre ellos. Uno de ellos, Richie, abandonará este sórdido mundo para ir a buscar a su amor a Singapur, enrolándose en la marina mercante en una historia que no pretende sólo evocar la fuga de una situación penosa o una huida hacia delante, sino «un viaje de la prostitución al amor».

Richie McMullen es psicoterapeuta. En 1984 fundó Streetwise Youth Project, con base en Londres, siendo el primero en Gran Bretaña en ocuparse de las necesidades de las jóvenes ante la prostitución. En 1987 cofundó Survivors, el primer grupo de Gran Bretaña de ayuda a jóvenes violados. Ha publicado un ensayo donde aborda el espinoso tema de la violación, “Male Rape: Breaking the Silence on the Last Taboo” ( GMP, 1990). Su primera novela fue “Enchanted Boy” (GMP, 1989).

“Los chicos de alquiler no lloran” Es su primera novela traducida al castellano.

Corazón Coraza

corazoncorazabenedettiMario Benedetti, Corazón coraza y otros poemas, ed. Planeta, Bs. As., 1997.

125 págs.

Mario Benedetti nació en 1920 en Paso de los Toros (Uruguay). Al cumplir cuatro años, la familia se instaló en Montevideo. Benedetti descubrió esa ciudad de pinos, acacias y álamos y aprendió a amarla. Eligió entonces convertirla en el espacio de su poética y de su narrativa: » mostar al mundo cómo era mi casa «. Desde su infancia estableció una fusión esencial entre la experiencia y la palabra, que sería el eje de todos sus textos. En un reportaje concedido al poeta Juan Gelman para la revista Crisis en 1974, Benedetti explicó: » Una vivencia directa puede ser inconmensurablemente enriquecida por la imaginación, pero sin esa vivencia directa, la imaginación puede a veces golpear en el vacío «. Distinguir una de la otra y enriquecerlas constituye uno de los ejes de su oficio literario
Entre 1971 y 1973, Benedetti regresó a » su paisito » -como lo denomina en sus poemas- y dirigió el departamento de Literatura Hispanoamericana en la Faculdad de Humanidades y Ciencias sociales de Montevideo. Al producirse el golpe militar, inició un exilio de doce años. Recayó en Buenos Aires, donde fue amenazado por la Triple A. Huyó a Perú; después de un tiempo de sosiego, lo expulsaron. Se refugió por algunos años en Cuba y terminó su exilio en España. En La casa y el ladrillo (1976-1977) se puede leer la historia de nuestros países. En uno de sus mejores versos define la situación errante de muchos latinamericanos de aquella época: » interrumpe o reanuda/ la fuga o cacería/ de oscuro desenlace «.
La poética de Benedetti es irreverente. En algunos versos recurre a un tono zumbón que busca delatar, aunque por lo general se refugia en un humor que mitiga su melancolía y pesimismo. Sin llegar a producir la revolución lingüística de Girondo, de Vallejo o de Gelman, se permite algunas libertades formales como el neologismo o el encabalgamiento de palabras. En su libro Poemas de otros recurre a heterónimos y esconde su identidad detrás de los nombres de los personajes de sus novelas: Laura Avellaneda y Marín Santomé, protagonistas de La Tregua ; Ramón Budiño, de Gracias por el fuego . En aquel reportaje otorgado a Gelman dijo al respecto: » Tampoco descubro nada con la técnica porque tengo algunos antecesores como Machado, como Pessoa, y como vos mismo, en eso de hacer poemas a partir de personajes inventados «.

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Tener lo que se tiene

tapa Los papeles salvajes_1 tomo_finalDiana Bellesi, Tener lo que se tiene. Poesía reunida, ed. Adriana Hidalgo, Bs. As., 2009.

1226 págs.

Toda la poesía de Diana Bellessi se tensa en su propia donación; afirmada en la inmediatez de la mirada hacia el esplendor de las formas, incluye el ideal de una oralidad de lazos comunitarios. Articula asimismo un pensamiento crítico de enorme coherencia con una marcada impronta social de un modo completamente novedoso. No es la ilusión referencial ni documental lo que la anima, sino la capacidad lírica de ver el mundo en el arrebato de una gracia del lenguaje. Cada libro indaga aspectos que el anterior había previsto pero no agotado. Algo gime en estos poemas, algo de cristal herido, de sangre seca, de boca del cieno. Esta pobreza herida es la materialidad humana que recorre el libro. A la vez, su poesía es pacientemente dulce, poblada de diminutivos, de resabios del habla, apócopes de la intimidad popular en el seno de versos frágiles que esplenden, rítmicos, cantados, donde esta riqueza ya no está vedada. Sus poemas siempre recuperan una circunstancia, por ínfima que sea, y ese gesto constante que tendrá varias veces su apoteosis, vuelve a hacerse presente en su último libro, Tener lo que se tiene. En el paisaje, la autora ejerce otro destronamiento del egotismo. Si en su poética hallamos una utopía del habla, también percibimos una ética de la mirada: el ojo de Bellessi no ve las cosas como objetos sino como rostros vueltos hacia su atención, y esto produce un tipo de saneamiento de la visión, una “regeneración” del vínculo del sujeto con lo real. Allí habita y condensa su hábito: mirar, hablar lo mirado en el poema, ser mirada y hablada en el lenguaje desde esa condición mortal que le da, a la poeta y a todas las criaturas, su lugar en el mundo.
Jorge Monteleone

La virgen de los sicarios

virgensicariosFernando Vallejos, La virgen de los sicarios, ed. punto de lectura, Bs. As., 2000.

127 págs.

La violencia en muchos países de Latinoamérica es protagonista diario en las principales portadas de los periódicos, un ejemplo reinante es Colombia, donde la vida de sus habitantes se limita en vivir y en un morir más latente que en otras latitudes. Ahí, la vida es peligrosa, es dura y es violenta. Pero la indiferencia con que los colombianos ven su existencia, llena de crímenes y atrocidades, es aun más grave que la delincuencia misma.
La Virgen de los Sicarios es una obra que muestra la cruel realidad de la situación que existe en Medellín, ciudad al norte de Bogotá; exponiendo la dureza existente en las calles a causa de conflictos políticos y de negocios. Algunos la consideran ofensiva hacia este pueblo sudamericano y opinan que debe ser prohibida, mientras que otros se resignan en aceptar y en reconocer la verdad en lo descrito en el libro de Fernando Vallejo. Ciertos intelectuales destacan que lo que se busca con esta producción es precisamente rescatar la tolerancia, la comprensión de una tierra llena de contrastes.
Esta ciudad es un lugar donde la frase “donde la vida no vale nada” expresa con gran precisión las alternativas cotidianas. Una Medellín hundida en la pobreza y en la miseria, producto de la corrupción de los gobernantes y del mal manejo de los recursos, con una juventud muy torcida la cual trata de obtener lo necesario a como dé lugar, a balazos si es necesario. Puede ser descrita como una “ciudad de horror, caos y odio, donde las deudas de sangre pasan de hermanos a hermanos y de amigos a amigos, como si la suerte de los vivos estuviese en manos de los muertos, y donde sólo las iglesias son oasis de paz”. Es un ambiente de violencia el que domina en los barrios marginales, entre las pandillas de sicarios y las bandas de narcotraficantes. “Medellín, ese templo de la cocaína que hizo famoso al difunto narco Pablo Escobar”. Y si en esta ciudad la vida no vale nada es, entre otras cosas, porque buena parte de los jóvenes se desempeñan como asesinos mal pagados de los emperadores de la cocaína, donde la justicia anda por las manos de cualquiera, y la muerte inútil de cualquier persona es un acontecimiento normal en cada jornada.

Dibaxu

dibaxugelmanJuan Gelman, Dibaxu, ed. Seix Barral, Bs. As., 1994.

64 págs.

 Dibaxu es un poemario, integrado en el libro Salarios del impío y otros poemas, escrito en sefardí. Si bien la familia de Gelman es de origen judío ruso, nada tiene en principio que ver con el mundo de la versión sefardí del castellano. Escrito entre 1983 y 1985, comenta cómo, desde su posición de exiliado en aquel entonces, se fue acercando a este primer castellano de exilio. «…Sé que la sintaxis sefardí me devolvió un candor perdido y sus diminutivos, una ternura que está viva y, por eso, llena de consuelo. Quizás este libro apenas sea una reflexión sobre el lenguaje desde su lugar más calcinado, la poesía».

En su presentación, Gelman sugiere leer en alta voz las dos versiones de cada poema, en sefardí y en castellano moderno.

El juguete rabioso

jugueterabiosoarltRoberto Arlt, El juguete rabioso, ed. Rueda, Bs. As., 2006.

193 págs.

Los personajes de Roberto Arlt, antihéroes trágicos, muestran el lado más amargo del ser humano, concretado en personajes solitarios y orillados, que sufren e intentan rebelarse contra la carga amarga de la existencia, como es el caso del protagonista de El juguete rabioso, Silvio Astier, un granuja adolescente que sueña con ser un gran bandido como Rocambole y un poeta como Baudelaire, para poder huir de la miseria de los barrios más bajos de Buenos Aires.
Esta es la primera novela de Arlt, uno de los máximos creadores de la novela argentina contemporánea, historia iniciática en la que, con su sorprendente estilo expresionista y giros originales, se patentizan las obsesiones del autor, surgidas de ese lado oscuro de la existencia, que sangra con la sordidez de las vidas más desafortunadas.

La casa

9789875664067Manuel Mujica Láinez, La casa, ed. Debolsillo, Buenos Aires, 2008.

306 págs.

La casa de la calle Florida, lacerada por la demolición, busca en el recuerdo su resplandor perdido y nos cuenta su historia, entretejida con la de aquellos que la han habitado y con las voces de los objetos que la pueblan. Testigos de amores furtivos y traiciones, sus cimientos se estremecen al revivir el fratricidio consumado en el balcón una lejana noche de carnaval, o al recordar las pasiones clandestinas duplicadas en los espejos. Y así, abandonada por sus moradores ilustres, su cuerpo derruido acoge, en un último intento por retener la antigua nobleza, a los espectros del Caballero gris y de Tristán, el arlequín adolescente que se va desvaneciendo junto a ella.

Un marido ideal

maridoidealOscar Wilde, Un marido ideal, ed. Longseller, Buenos Aires, 2004.

302 págs.

«Lord Caversham: -Ninguna mujer, linda o fea, tiene sentido común. El sentido común es privilegio de nuestro sexo.

Lord Goring: -Tiene razón; y nosotros, los hombres, somos tan altruistas que nunca lo empleamos. ¿No es así, padre?»

Oscar Wilde (1854-1900)

En esta obra teatral, Oscar Wilde transmite su pensamiento sobre el sentido común, la imposibilidad de las personas de diferenciarse y de construirse una auténtica personalidad. En Un marido ideal el autor propone sostener la moral sin caer en la hipocresía, y lo hace en ese tono entre paradójico y burlón que lo divertía tanto y que fue, a la vez, su arma más filosa. El lector disfrutará de la profundidad e inteligencia de estas páginas, escritas por el genio de un eterno contemporáneo.

Palabra viva

paalbravivajpgPalabra Viva. Textos de escritores y escritoras desaparecidos y víctimas del terrorismo de Estado.(Comp.), Ed. SEA (Sociedad de Escritores Argentinos, 2005, Buenos Aires.

256 págs.

La obra Palabra Viva es una recopilación de textos de escritoras y escritores desaparecidos durante la dictadura militar. Contiene textos de 71 de esos autores y de 32 solo se publican datos biográficos porque ha sido imposible hasta el momento encontrar sus textos.
La Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina -SEA- realizó un trabajo de tres años para recopilar los textos y las biografías de las escritoras y escritores desaparecidos. La CONABIP apoyó la sitematización realizada por la SEA y colaboró con la edición.

Memoria de mis putas tristes

memoriaputastristesManuel García Márquez, Memoria de mis putas tristes, ed. Espasa Calpi, 2006.

118 págs.

Es esta novela corta una mezcla de sabiduría, melancolía, nostalgia, ternura y sensibilidad que probablemente, si no se tienen unos cuantos años a la espalda, como los que goza el Premio Nobel colombiano, se ha vivido tanto, y se ha amado tanto, es imposible quintaesenciar. Por mucho que tirios y troyanos, críticos, amigos, enemigos y otras gentes que conocen al escritor de palabra o de obra, digan que éste se parece a otro libro, recuerda a aquel, se refiere a otro o alude a La lozana andaluza, compendio del arte de las putas, sólo se puede escribir un libro como Memoria de mis putas tristes cuando uno está de vuelta y es capaz de mirar de otra manera el amor.

Lo que resulta más que evidente es que García Márquez tiene en la retina La casa de las bellas dormidas, del también Nobel japonés Yasunari Kawabata, de donde extrae la cita que precede al texto de sus putas tristes. “No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecido.”

 

Doña Flor y sus dos maridos

donaflorJorge Amado, Doña Flor y sus dos maridos, ed. Perez Galdós, Barcelona, 1993.

460 págs.

Doña Flor es, literalmente, una mujer adorable: su cuerpo está hecho para el amor, su voluntad no se dobla fácilmente, es casera, ingeniosa, tiene firmes principios morales… ¡y sabe cocinar! No habrá lector que no desee verla colmada de felicidades: una entrada segura, una vida intensa, risas, emociones y éxtasis conyugales. Y la verdad es que Doña Flor lo consigue. Sólo que de dos maridos distintos.¿Y cómo es posible para una mujer de principios aceptar esta situación? La respuesta sólo depende del genio novelístico de Jorge Amado, quien respeta los escrúpulos de su personaje de tal modo que es el lector quien resulta colmado de felicidades; pocas novelas contemporáneas poseen una capacidad tan intensa de comunicar alegría, de captar todo el color de la vida cotidiana en Bahía y de agitar figuras tan espléndidas: damas célebres por su rango o por su accesibilidad, profesores nada académicos, reyes del hampa o los devotos instrumentistas de la orquesta de aficionados «Hijos de Orfeo».

Santuario

santuarioWilliam Faulkner, Santuario, ed.Seix Barral, Buenos Aires, 1984.

205 págs.

Durante la “ley seca” en el Sur de Estados Unidos. Los jóvenes Temple Drake y Gowan Stevens han sufrido un accidente de automóvil. El lugar más cercano se descubre como refugio de una banda de traficantes en alcohol. Temple, una joven estudiante de diecisiete años resulta violada y raptada por Popeye, que huye del lugar tras asesinar al deficiente Tommy. Lee, jefe de los traficantes, es acusado de la muerte de Tommy, mientras Popeye, tras abandonar a Temple en un burdel de Memphis, es acusado por un asesinato que no ha cometido.

El personaje
Al gángster Popeye lo educó una abuela demente y pirómana. Había nacido con retraso físico y mental: hasta los cuatro años no andaba y tampoco hablaba. Calvo hasta los cinco años. Frágil, debil. Impotente. Popeye de niño se daba a cortar en pedazos pequeños pájaros y gatos. Popeye de adulto no trocea animales; pero asesina y ultraja adolescentes. Sigue padeciendo impotencia.

La inicuidad como patología. El asesinato como síntoma. Popeye, un tipo sórdido y sin escrúpulos, oculta en su carencia física y humana la oportunidad de la tragedia. Para otra época y en otra literatura hubieran convenido al autor un desprecio o una ambición universales. A Faulkner sirve la impotencia vivida con amargura y el alma que no se aflije ante el dolor. Se entiende en el traficante una moderna versión de Edipo o de Don Juan: retorna al hombre el deseo que mata.

Popeye no consigue amar aunque lo ansíe. Una insatisfacción así, interminable, lo condena a la imposibilidad de compartir el deseo. Lo inclina a despreciar la vida ajena. Los personajes de “Santuario” padecerán el exceso de esta carencia. La vida de Popeye se llena de aspereza humana y se parece a una vida inútil, causa y efecto comunes de padecimiento.

Sobre la escena, una tragedia. El personaje, aunque secundario, se descubre como un mito imperecedero, como una versión nefasta y universal de la impotencia humana. Un mito calvo, curiosamente. Así tendida la tragedia, no extraña que Popeye se deje acusar finalmente por el asesinato que otro comete. ¿Para qué esforzarse en un suicidio cuando puede obtenerse una ejecución? Dejar que otros te maten: el hábil modo con que un gángster impotente se suicida.

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Santa Evita

santaevitaTomás Eloy Martínez, Santa Evita, ed. Alfaguara, Buenos Aires, 2003.

424 págs.

Fue una desaparición itinerante. Un peregrinaje por la locura, por los mares y los cementerios. una procesión de velas derritiéndose en venganza, una travesía de sangre. Fue la senda tortuosa de la muerte, uno de los dilectos caminos de la Argentina contemporánea. Fue, es, la historia de «Santa Evita», y la escribió Tomás Eloy Martínez (60). Santa Evita, es un libro, una novela real del destino trashumante de un cadáver, el de María Eva Duarte de Perón, que después de muerta empezó a viajar sin destino. desatando vendavales de maldiciones, suscitando amores negros, apabullando al país con intrigas, y seduciendo al mundo con las lágrimas que brotaban de una momia hermosa, melancólica y profanada por la vida en el corazón de su larga muerte.
En una turbia medianoche de invierno de 1989 sonó el teléfono en la casa de San Telmo de Tomás Eloy, que decidió atender «por letargo o por desconcierto». Era el coronel Héctor A. Cabanillas (en la novela se llama Tulio Ricardo Corominas), era el hombre que había pivoteado, por expresa disposición de Pedro Eugenio Aramburu, el «Operativo Traslado» de los restos de Eva Perón a lugar seguro. Cabanillas había tenido un predecesor frustrado y demencialmente castigado por la obsesión de Evita: el teniente coronel Carlos Moori Koenig (en la novela aparece con su nombre real). Moori Koenig nunca pudo dar cristiana sepultura al cuerpo de la segunda esposa de Perón. Una cadena de enigmáticas desgracias lo derrotaron antes y lo ahogaron en un río de ginebra y de delirio. Esa noche, la del llamado, fue una noche de cita. Tomás Eloy fue al café Tabac de Libertador y Coronel Díaz. Y allí se encontró con Cabanillas (Corominas); con Jorge Rojas Silveyra -embajador en España en los tiempos de Alejandro Agustín Lanusse. Rojas fue el encargado de devolver a Juan Perón el cuerpo de su mujer después de décadas de secretos ambulatorios. También estaba otro testigo crucial, fantasmagórico y desdoblado, que la cautela del novelista decidió llamar «Maggi». Ellos le entregaron toda la documentación que tenían en sus manos, porque «el secreto los ahogaba». La historla del cuerpo de Evita empezaba a develarse.
Noticias accedió en exclusiva a un capítulo que el autor decidió excluir de su libro. Es otro final posible para un relato que no termina. A continuación se consignan los fragmentos narrativos de ese capítulo, y en un contrapunto ante Noticias, y de frente a su propio texto, Tomás Eloy habla de la Argentina.

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El cero y el infinito

ceroinfinitoArthur Koestler, El cero y el infinito, ed. Emecé, Buenos Aires, 1998.

262 págs.

Publicada en 1940, ilustra los mecanismos de la destrucción de la personalidad y el envilecimiento de las víctimas que pusieron en evidencia los procesos de Moscú de los años treinta.
La novela, una suerte de glacial teorema, transcurre en la prisión a la que ha sido conducido un dirigente de la vieja guardia bolchevique caído en desgracia, Rubashov, personaje, según cuenta Koestler en sus memorias, calcado en sus ideas de Nikolai Bujarin, y en su personalidad y rasgos físicos de León Trotski y Karl Radek. Para debilitar su resistencia, Rubashov es sometido a mortificaciones como impedirle dormir y enfrentarlo a reflectores deslumbrantes.
Koestler, que fue comunista convencido, escribe sobre los extraños procesos de Moscú, donde cientos de antiguos miembros del partido, de los primeros revolucionarios, se autoinmolan para salvar al partido, la idea stalinista del partido. Rubashov, uno de los héroes de la revolución, es encarcelado como todos sus antiguos compañeros, desaparecidos uno a uno. En la cárcel, Rubashov, entre los descansos de los interrogatorios, repasa algunos momentos de su vida al servicio de la revolución, su anteriores detenciones, la ilógica de las decisiones del partido, cómo era imposible la aparición del «yo». A trompicones despierta del ideal comunista, aunque justifica la farsa de los juicios y las mentiras sobre las acusaciones como último deber hacia el partido

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Retazos de mí

retazosmiMónica Cazón, Retazos de mí, microrrelatos, ed. de los cuatro vientos, Buenos Aires, 2008.

60 págs.

Cuando hablamos del microrrelato como de un recién llegado, nos referimos a que fue reconocido como género a partir de la segunda mitad del siglo XX, aproximadamente. Textos narrativos brevísimos los ha habido siempre, pero ¿de qué se trata esto?
Se trata de ser breve pero ser certero y profundo; de recoger en un vocabulario limitado el transcurso de un tiempo en el que se suceden los hechos que se narran. Se trata de elaborar sugerencias, transiciones, evocaciones, mundos reales o soñados en el espacio de unas cuantas oraciones.
Se trata de simplificar la realidad apelando a la profundidad, la ironía, el humor y la brevedad en un conjunto de palabras, despojado y exacto.»

Ejemplar donado por la autora, a quien agradecemos.

Los caminos a Roma

caminosromaFernando Vallejo, Los caminos a Roma, ed. Alfaguara, Buenos Aires, 2005.

201 págs.

La narrativa de Fernando Vallejo parece haber surgido de la violencia colombiana, casi en oposición al «realismo mágico» de su compatriota Gabriel García Márquez. La homosexualidad, los espacios maleables y marginales, la rutina violenta y la rapidez con que vincula el presente y el pasado en un solo tejido narrativo, crean esa atmósfera violenta, injuriosa y lírica que caracteriza la obra de Vallejo. También es conocido por sus insultos a Colombia o sus paradójicas reacciones ante los premios y apariciones sociales.
Su obra central es la serie autobiográfica El río del tiempo, de que ya ha publicado seis volúmenes, Los días azules (1958, recuerdos de su infancia), El fuego secreto (1987, episodios del adolescente irreverente que curiosea en los barrios bajos de Medellín y Bogotá), Los caminos a Roma (1988), Años de indulgencia (1989, recorridos por Europa y Nueva York), El Mensajero (1991, biografía de Porfirio Barba-Jacob) y Entre fantasmas (1993, años de residencia en México).

Fausto

faustoJohann W. Goethe, Fausto, ed. Unidad, Madrid, 1999.

480 págs.

La publicación de la primera parte del ‘Fausto’ de Johann Wolfgang Goethe, el clásico alemán por excelencia, cumple 200 años durante los que ha acompañado la vida intelectual de los países germanoparlantes como un mito permanentemente reinterpretado.
En realidad, el aniversario es impreciso: el ‘Fausto’ no quedó terminado en 1808, la segunda parte sólo sería publicada en 1833 (un año después de la muerte de Goethe) y el mito del sabio que pacta con el diablo estaba vivo aun antes de que el autor de ‘Werther’ le diera forma y lo convirtiese en la obra cumbre de la literatura alemana.
Desde el siglo XVI, la historia de un tal Johann Faust había sido aprovechada por autores de obras para el teatro de marionetas y había servido además para inspirar leyendas populares.
Johann Faust nació hacia 1490 en el sur de Alemania y se doctoró en la Universidad de Heidelberg en 1509. Tras dejar la universidad, emprendió una vida de aventuras que dio origen a la leyenda.
Tuvo que huir de diversos lugares donde vivió, acusado de practicar la brujería y que, según documentos de la época, dejó una biblioteca que incluía libros de medicina, matemáticas y magia negra.
El primer libro popular sobre el mito del doctor Fausto fue publicado en 1587 por Johannes Spiess en un prólogo en el que advertía de que había dejado de lado una serie de fórmulas mágicas para evitar que quienes tuvieran el libro entre sus propiedades fueran acusados de brujería.
Luego vinieron otros libros y libretos para teatro en los que el tema recurrente era el del pacto con el diablo para lograr el dominio sobre la naturaleza.
Goethe trabajó prácticamente toda su vida sobre el mito de Fausto. En 1773 escribió una primera versión, conocida actualmente como el ‘Urfaust’ (‘Fausto original’) que no fue publicada hasta muchos años después de su muerte.

El informe de Brodie

informebrodie2Jorge Luis Borges, El informe de Brodie, ed. Emecé, 2005.

150 págs.

En El informe de Brodie, Jorge Luis Borges realiza una evolución imprevista en su estética. A diferencia de El aleph y Ficciones, que abundan en enigmas y en símbolos, los once cuentos de este volumen, fruto de la lenta madurez del gran escritor, son directos, desnudos y sencillos. Dos de ellos, Juan Muraña y El encuentro, tienen una misma clave fantástica: la vida secreta del puñal. También es de índole fantástica Guayaquil, donde dos historiadores protagonizan insensiblemente la histórica entrevista. El otro duelo, La intrusa y El evangelio según San Marcos se caracterizan por su final despiadada, contrariamente a El duelo y La señora mayor, que tratan de mujeres en un ámbito de sonriente piedad, Según el autor, El indigno es una confesión y también lo es Historia de Rosendo Judrez, nueva y sensata versión del famoso Hombre de la esquina rosada. Finalmente El informe de Brodie, que da su nombre al volumen, es una fábula a la manera de Jonathan Swift o de Voltaire

Antes del fin

antesdelfinErnesto Sábato, Antes del fin, ed. Seix Barral, Buenos Aires, 1998.

214 págs.

Las memorias de Ernesto Sabato, es un libro único que constituye su testamento espiritual. Es la historia de un joven nacido en La pampa, que emprende con éxito una carrera altamente especializada en el mundo científico y llega incluso a trabajar en el centro Curie de París, para luego, en contacto con los surrealistas, abandonar la ciencia por la literatura y el arte, en un gesto valeroso y retador, y con su primera novela, rechazada por multitud de editores, obtener el reconocimiento de Albert Camus y Thomas Mann. Es también, por otra parte, la historia de un hombre rebelde, afín desde muy pronto al anarquismo y a la izquierda revolucionaria, que descubre y denuncia las máscaras del totalitarismo soviético para luego, ya en su vejez, presidir con extraordinario coraje personal la comisión que investiga el horror de los desaparecidos en Argentina y desvelar la magnitud del genocidio. La alianza de rigor ético, acento lírico y firme voluntad solidaria con los desposeídos confiere a Antes del fin el carácter de un libro único: constituye, como pocas obras de hoy en día, el legado esencial de un gran escritor para las generaciones que lo suceden.

Sergio

sergioManuel Mujica Láinez, Sergio, Ed. Sudamericana, 1977.

240 págs.

El mundo como un ámbito donde las oposiciones más enconadas se suman en una figura que las abarca sin hacerles perder ferocidad. Tal es el espacio creado por esta novela de Manuel Mujica Láinez que deslumbra con las variaciones de un cadeiloscopio infatigable. Repugnancia y deseo, plenitud y frustración se dan una y otra vez en las páginas de este relato: Sergio, o los infortunios de la virtud y la belleza. Casas de Buenos Aires corroídas por la nostalgia, habitadas por personajes exacerbados por la soledad: esplendor de los museos europeos. Por esos rumbos Sergio avanza hacia un destino trágico que confunde con la liberación.

El castillo blanco

castilloblancoOrhan Pamuk, El castillo blanco, ed. Mondadori, Barcelona, 2007.

183 págs.

El Castillo Blanco cuenta la maravillosa historia de dos hombres, un turco y un veneciano, cuyas vidas se entrecruzan. El primero es un joven científico italiano que, cuando viajaba de su Venecia natal a Nápoles, es capturado por unos piratas. Transportado a Turquía, es vendido como esclavo a un sabio turco que, deseoso de conocer los avances de Occidente, queda cautivado por los conocimientos de su nueva adquisición.

Pronto queda patente el paralelismo de la historia con Las mil y una noches. Si en aquella era Sherezade la que, para salvar su vida, contaba al sultán una historia cada noche, ahora es este joven esclavo el que utiliza sus conocimientos sobre ciencia para contentar a su nuevo dueño. Lo mejor es que Pamuk logra, gracias a su exquisito trato de la narración, que estos dos hombres sobresalgan de su lugar y su tiempo, y se conviertan en una metáfora de lo que, a pesar de todas las superficiales diferencias, une poderosamente los hombres de Oriente y de Occidente. Ambos hombres ansían conocerse, respetarse, aprender el uno del otro. Ambos utilizan el mismo lenguaje: el de la ciencia. Ambos aprecian, en último término, las mismas cosas.

Cólera buey

colerabuey2Juan Gelman, Cólera buey, ed. Seix Barral, Buenos Aires, 1981

215 págs.

Con razón puede decirse que Cólera buey, aparecido por primera vez en 1971, es ya un clásico de la poesía argentina. Si la expresión «poesía social» quiere todavía decir algo -algo como poesía anclada en la experiencia compartida, impregnada de actualidad y de vida cotidiana, poesía que es historia sin dejar de ser imaginación, que es a la vez grito solitario y testimonio colectivo- ello se debe, sin duda, a que poetas como Juan Gelman han sido capaces de fundir ambos términos en un quehacer creativo, riguroso y original.

La traición de Rita Hayworth

    manuelpuig1                                                       La Traición de Rita Hayworth. Manuel Puig , Ed.Seix Barral, 2006

Pueblo polvoriento de la pampa. 1939. Un chico asustado porque se siente distinto de los demás encuentra amparo ultraterreno viendo cine. Entre función y función usa a familiares, a vecinos, como escudos que han de protegerlo de la realidad. Elige a esos cómplices, en los que intuye la rebeldía, inadaptación al medio: Teté (una niña que teme no rezar lo suficiente para evitar la muerte de su madre), Héctor (el primo seductor que abandona a sus conquistas por temor a ser abandonado), Paqui (una compañera de juegos que a los doce años carga con un pecado mortal), Choli (la viuda que quiere iniciar una etapa de refinamiento e independencia), Delia (la seducida y abandonada que padece hambre por comprar cosméticos). Y planeando por sobre todos ellos la amenaza de una Rita Hayworth mítica, traicionera beldad de adoradores incautos.

Cae la noche Tropical

                                  caelanochetropis1Cae la noche tropical ,Manuel Puig . ED.Seix Barral,2007

Obra de madurez, muestra cabal y definitiva de su plenitud de recursos, combina lo mejor de Boquitas pintadas y El beso de la mujer araña: toda la magia de sus primeros libros y la ironía de su producción posterior.

Río de Janeiro, mediados de la década del ochenta. En el crepúsculo de sus vidas, dos hermanas argentinas evocan el pasado y departen acerca de los amores de una vecina más joven, también argentina, cuyas experiencias sentimentales conocemos al trasluz de sus palabras. Nada más conmovedor, nada más apasionante y divertido que los diálogos de estas dos ancianas para mostrar hasta qué punto las historias de corazones simples no son más que melodramas.

Con un balanceo de brisa tropical, mezclando elementos del género rosa, el cine de Hollywood y el bolero, este libro nos ofrece una mirada tierna y poética sobre la irredimible soledad del ser humano, enfrentado a la decrepitud y la muerte, destino del que sólo lo distraen los espejismos afectivos.

La ciudad y los perros

ciudadperrosMario Vargas Llosa, La ciudad y los perros, ed. Seix Barral, Barcelona, 1995.

303 págs.

«La ciudad y los perros» no es sólo un ataque contra la crueldad ejercida sobre un grupo de jóvenes alumnos del Colegio Militar Leoncio Prado, sino también una crítica frontal al concepto erróneo de la virilidad, de sus funciones y de las consecuencias de una educación castrense malentendida.

Aunada a la brutalidad propia de la vida militar, a lo largo de las páginas de esta extraordinaria novela, la vehemencia y la pasión de la juventud se desbocan hasta llegar a una furia, una rabia y un fanatismo que anulan toda sensibilidad.

El perfume

elperfume Patrick Süskind, El perfume, ed. RBA, Barcelona, 1993.

223 págs.
En esta novela, deliciosamente aromática, el autor crea un mundo olfatorio fuera de lo común. Es la intrigante historia de Jean Baptiste Grenouille, que nació en un mercado parisino del siglo XVIII, habiendo sido arrojado entre las vísceras de pescado por su madre. Siendo él mismo inodoro, posee la nariz más prodigiosa para captar los aromas, los cuales va registrando en su memoria con exactitud sorprendente. Esta particularidad le permitirá experimentar en el taller de Monsieur Baldini y crear perfumes exóticos y extraños mezclando aromas. Jean Baptiste obsesionado por su órgano olfatorio, deja el taller y se lanza por el mundo para aprender más sobre el arte de la perfumería, desendo reproducir el aroma suave y sensual de mujeres jóvenes.

El Perfume, historia de un asesino es una novela brillantamente escrita. Süskind tiene la habilidad de crear un mundo donde el aroma es el summum de los principios. El autor hilvana el suspenso, la ficción histórica y el horror, en un relato que cautivará al lector hasta el final. Es un viaje sensual a través de la nariz de un sociópata. El climax es chocante y cuestionará la verdadera naturaleza humana.

1984

1984George Orwell, 1984, ed. Centro de Cultura, Buenos Aires, 2006

252 págs.

Nos encontramos en 1984, en la ciudad de Londres, el partido controla la nación de Oceanía (existen tres estados: Oceanía,, Eurasia y Asia oriental), lo controla todo y está dirigido por el Gran Hermano, el líder que lo dirige todo cuya figura es casi divina y quien se supone vigila todos los movimientos de los individuos.

Existen cuatro Ministerios ( M. de la verdad, M. de la paz, M. del amor y M. de la abundancia.) que se encargan de vigilar y modificar toda acción que perjudique o desacredite al partido. El Miniver, donde trabaja Winston, se encarga de la información, la educación y las bellas artes, el Minipaz de los asuntos de guerra, el Minimor encargado de mantener la ley y el orden y el Minindancia encargado de asuntos económicos. Los miembros del partido son vigilados mediante unos aparatos llamados telepantallas, capaces de captar sonidos e imágenes, mediante los cuales también les transmiten noticias sobre los triunfos del partido. El resto de la población son los denominados proles, los cuales viven en las afueras en condiciones pésimas de miseria y sin derechos. En general (exceptuando a los miembros del partido interior) la sociedad vive en la pobreza y tiene hambre, pero no se revelan porque no conocen otra realidad; han sido engañados por el partido, quien modifica el pasado, haciéndoles creer que tienen un nivel de vida mucho mas elevado que el que había en tiempos pasados. Existe un movimiento opuesto al Partido, llamado la Hermandad, liderado por Goldstein, que pretende la revolución de la prole (80% de la población) para acabar con el INGSOC.

El lobo estepario

r_lobo20esteparioHermann Hesse, El lobo estepario, ed. Centro Editor de Cultura, Buenos Aires, 2005.

190 págs.

 

Érase una vez un individuo, de nombre Harry, llamado el lobo estepario. Andaba en dos pies, llevaba vestidos y era un hombre, pero en el fondo era, en verdad, un lobo estepario. Había aprendido mucho de lo que las personas con buen entendimiento pueden aprender, y era un hombre bastante inteligente. Pero lo que no había aprendido era una cosa: a estar satisfecho de sí mismo y de su vida. Esto no pudo conseguirlo.

Acaso ello proviniera de que en el fondo de su corazón sabía (o creía saber) en todo momento que no era realmente un ser humano, sino un lobo de la estepa. Que discutan los inteligentes acerca de si era en realidad un lobo, si en alguna ocasión, acaso antes de su nacimiento ya, había sido convertido por arte de encantamiento de lobo en hombre, o si había nacido desde luego hombre, pero dotado del alma de un lobo estepario y poseído o dominado por ella, o por último, si esta creencia de ser un lobo no era más que un producto de su imaginación o de un estado patológico. No dejaría de ser posible, por ejemplo, que este hombre, en su niñez, hubiera sido acaso fiero e indómito y desordenado, que sus educadores hubiesen tratado de matar en él a la bestia y precisamente por eso hubieran hecho arraigar en su imaginación la idea de que, en efecto, era realmente una bestia, cubierta sólo de una tenue funda de educación y sentido humano. Mucho e interesante podría decirse de esto y hasta escribir libros sobre el particular; pero con ello no se prestaría servicio alguno al lobo estepario, pues para él era completamente indiferente que el lobo se hubiera introducido en su persona por arte de magia o a fuerza de golpes, o que se tratara sólo de una fantasía de su espíritu. Lo que los demás pudieran pensar de todo esto, y hasta lo que él mismo de ello pensara, no tenía valor para el propio interesado, no conseguiría de ningún modo ahuyentar al lobo de su persona.

Texto tomado de este enlace

Una temporada en el infierno

temporadainfiernoArthur Rimbaud, Una temporada en el infierno, ed. Altamira, Buenos Aires, 2006

122 págs.

Poeta precoz, maldito, nihilista, loco… todo se ha dicho sobre Arthur Rimbaud. Lo cierto es que a los 17 años, se cuela en el tren que va a París y termina en la cárcel.
Buscando nuevas experiencias, cuando estalla la Comuna (París-1871), Rimbaud corre a la capital a reunirse con los comuneros. Junto a los revolucionarios redactará himnos y manifiestos, pero el burgués que hay en él no tardará en manifestarse: los abandona por sus groserías y la mala comida
Es entonces cuando el joven poeta, desengañado de todo ideal revolucionario, abraza el nihilismo. De ahí que busca inspiración en la disipación, la absoluta negación de todos los valores -tanto los revolucionarios como los burgueses- y en el abismo
En una carta remitida a un amigo en mayo de 1871 estima que el poeta tiene que convertirse en el «gran enfermo, el gran criminal, el gran maldito y el sabio supremo».
Después llegó su relación con Verlaine, las noches de hachís, su temporada en el infierno -esto es el tiempo que estuvo internado después del segundo intento de homicidio por parte de su amante-, y su vida a la deriva como traficante de esclavos y comerciante de artículos varios.
A 17 años de su última producción literaria -es decir apenas cumplidos los 37- Arthur Rimbaud muere en Marsella y pasa a ser para siempre y para todos, el poeta maldito.

El inmoralista

inmoralistaAndré Gide, El inmoralista, ed. Sudamericana, Buenos Aires, 2008.

168 págs.

“La mayoría piensan que no obtendrán de sí mismos nada bueno si no es dominándose; sólo se gustan falseándose… cada cual se propone un modelo, después lo imita; ni siquiera escoge el modelo que imita; acepta un modelo ya existente”…(ibd. André Gide. “El inmoralista”).-

Michel es una persona convencional, un intelectual profundamente imbuido de la fe hugonota, casado con su prima Marceline, a la que ama sin pasión. Todo parece ir bien cuando una enfermedad le pone al borde de la muerte, de la que le salvan tanto los cuidados de Marceline como su férrea voluntad de vivir. Mientras convalece, se transforma su actitud ante la vida: se convierte en un apasionado de la salud corporal, que él identifica con la energía, la sensualidad que percibe en los jóvenes de Biskra, la luminosa ciudad de Argelia adonde ha ido a reponerse. Los grandes valores morales se disuelven en el mar de sus instintos, que ha convertido en la piedra de toque de su libertad. Publicada en 1902, El inmoralista es “el libro más directo, el mejor construido, más limpio y sencillo de trama” de Gide, según el periodista y político Léon Blum; una parábola sobre la dialéctica entre la naturaleza y la moral, así como una reflexión sobre el despliegue de la libertad individual.-

En busca del tiempo perdido

buscatiempoperdidoMarcel Proust, En busca del tiempo perdido, ed. Alianza, Madrid, 2007.

516 págs.

La Novela del siglo XX cae bajo las esferas de influencia de dos obras, las que la definirán; por un lado, James Joyce (1982-1942) con su Ulises, y por otro, En busca del tiempo perdido, de Proust. En busca del tiempo perdido es una novela constituida por otras novelas, es la interiorización, el tratar de captar el recuerdo, la memoria, pero a través del mundo, es en el mundo donde el narrador encuentra los detonantes de la memoria, aquellos que lo trasladan a otro tiempo, son los que guían a la novela, a través de ellos conocemos, tanto al narrador y sus emociones, como al pasado y los otros personajes: “Así ocurre con nuestro pasado. Es trabajo perdido el querer evocarlo, e inútiles todos los afanes de nuestra inteligencia. Ocultase fuera de sus dominios y de su alcance, en un objeto material (en la sensación que ese objeto material nos daría) que no sospechamos. Y del azar depende que nos encontremos con ese objeto antes que nos llegue la muerte…”

Es a partir de la llamada memoria sensible que Proust nos traslada por su mundo, por sus memorias. Por el camino de Swann es el primer volumen de los que constituyen la obra capital del parisién, e inicia con el narrador-autor meditando en su cama, a partir de estas meditaciones el lector es transportado a la infancia de Marcel, a los cuartos en que dormía en aquel tiempo, al pueblo de sus abuelos, donde pasaba sus vacaciones, donde, desde la habitación de su tía abuela veía los campanarios de la catedral gótica del pueblo, de Combray. Pero la anécdota no es la esencia en la novela proustiana, sino que va más allá, son los recovecos de la memoria en donde se pierde la anécdota, donde el simple olor de una flor ya marchita, el encuentro con aquel objeto material, nos llevará a encontrarnos con aquella amada que se ha olvidado o con aquel amigo que ya no se trata.

Texto tomado de este enlace

Desayuno en Tiffany’s

desayunotiffanysTruman Capote, Desayuno en Tiffany’s, ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1992.

Golightly es, tal vez, el personaje más cautivante creado por este maestro de la seducción que era Truman Capote. Atractiva sin ser linda, tras haber rechazado una carrera de actriz en Hollywood, Holly se convierte en una de las figuras del Nueva York más sofisticado, bebiendo cócteles y rompiendo corazones. Mezcla de picardía e inocencia, de astucia y autenticidad, Holly se contenta con vivir el día, sin pasado, no queriendo pertenecer a nada ni a nadie, sintiéndose desterrada en todas partes, pese al glamour que la rodea, y soñando siempre en ese paraíso que para ella es Tiffany´s, la famosa joyería neoyorquina.

El beso de la mujer araña

besomujeraranaManuel Puig, El beso de la mujer araña, ed. Booket, Buenos Aires, 2007.

245 págs.

Dos hombres muy diferentes, que sufren la injusticia de un mismo orden represivo, se encuentran encarcelados juntos. Ésta es la historia de Valentín Arregui Paz, ideólogo y aspirante a revolucionario, quien se halla encerrado en la celda de una prisión argentina con Luis Molina, decorador de vidrieras, homosexual y aspirante a femme fatale.

Escrita en 1976 y prohibida de inmediato en la Argentina, El beso de la mujer araña ha sido considerada como una de las mejores novelas de Manuel Puig.

El retrato de Dorian Gray

el_retrato_de_dorian_gray_de_oscar_wildeOscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, ed. Edicomunicación, Barcelona, 1995.

254 págs.

 

Oscar O’ Flahertie Fingal Wils – Wilde (1854-1900), mejor conocido como Oscar Wilde, es una de las figuras más brillantes de la literatura inglesa.

El retrato de Dorian Gray (1891) es una de sus obras más famosas. Encuadrada en lo que se dio por llamar movimiento decadente o simbolista de la mitad del siglo XIX, reivindicaba un credo estilístico puro y absoluto, una primacía de lo artístico sobre lo objetivo. Dorian Gray, un joven hermoso como un atleta griego, se dedica a apurar el cáliz de todos los placeres, mientras su retrato es el que envejece y recibe en su imagen las huellas de la depravación. Versión decadente del Fausto de Goethe, es un fresco preciso y detallado de la sociedad victoriana bajo el prisma luminoso de una prosa exquisita.

Pendejos

pendejos

Reynaldo Sietecase, Pendejos. Ed. Alfaguara, marzo de 2007.

160 páginas

Mientras el gobierno nacional y las entidades del campo discuten qué hacer con la renta extraordinaria que producen las exportaciones de soja, una nena de dos años moría asesinada. Sus matadores fueron dos hermanitos, de siete y nueve años. Dicen las pericias médicas que sabían el daño que le provocaban a la nena cuando la golpearon y le ataron un cable al cuello. Dicen también que no se conmovieron frente al dolor que provocaban. El informe psiquiátrico es un mapa del desamparo: los pequeños asesinos sufrían castigos reiterados, su madre les pegaba con palos y cadenas, y vivían en una casilla en condiciones miserables. La niña se llamaba Milagros. Un nombre paradójico en un barrio como San José (Almirante Brown), donde ocurre de todo menos milagros.

El país se asomó al horror a través de los telediarios pero, como suele ocurrir en estos casos, sólo por un momento. Por suerte existe el control remoto.

Hace un año publiqué un libro de cuentos con un denominador común: cada relato tiene como protagonista a un niño o adolescente que termina matando. Se llama Pendejos. La elección de ese título generó más de una polémica. Expliqué entonces que el término viene del latín (pectiniculus) y que si bien en el habla coloquial del Río de la Plata remite a los chicos o jóvenes, su significado original es “vello púbico”. Esa acepción es la que convierte la palabra en metáfora social. Los pendejos son esos pelitos que ocultamos por pudor. Igual que a estos pibes a los que nadie quiere ver y que se hacen visibles sólo cuando matan o son asesinados.

Según un informe realizado por el Observatorio Social de la Universidad Católica, el 60 por ciento de los menores de 17 años vive en hogares vulnerables. Es decir, en hogares donde no se cubren las necesidades básicas. El padre de Milagros hace changas. Con eso mantiene a su esposa y ocho hijos. Viven en una casa precaria, en calle de tierra y sin los servicios elementales. No hay gas ni agua potable. La familia de los chicos que mataron a la nena vive igual o peor. La madre mantiene a cuatro hijos con un plan social de 175 pesos. El padre murió. La abuela de los chicos, Herminda, dijo a la prensa que discutía con su hija para que no les pegara a sus nietos. La Argentina tiene 50 mil millones de dólares de reservas en el Banco Central. Eso le permite al Gobierno alejar cualquier fantasma de corrida bancaria. Pero esos millones no sirven para cambiar una realidad lacerante. Los niños que nacen en hogares pobres serán adultos pobres.

Hay dos países. El Congreso aprobó la obligatoriedad de la enseñanza secundaria, pero el 65 por ciento de los chicos argentinos crece en ambientes de bajo nivel educativo. Se analiza en la Capital Federal imponer la jornada educativa completa mientras en Tucumán hay escuelas que por falta de espacio y maestros dividen la mañana entre tres grados diferentes, reduciendo la jornada escolar a un par de horas. Los pibes que mataron a Milagros hacía un año que no concurrían a la escuela.

En la última cumbre de presidentes de América Latina y Europa, Cristina Kirchner aseguró que la Argentina podría alimentar a 500 millones de personas. Somos como una multinacional de alimentos. Según los informes médicos, los niños que mataron a Milagros estaban desnutridos. Son parte de una estadística vergonzosa: uno de cada diez argentinitos asegura sentir hambre. Y uno de cada dos no tiene cobertura de salud.

Los informes dicen que los chicos jugaban a que Milagros era un perro. Por eso le enlazaron el cuello. El cable terminó asfixiándola. En el país donde un millón y medio de personas concurren a la Feria del Libro, al 35 por ciento de los niños menores de cinco años nunca le contaron un cuento.

Pendejos es una palabra polisémica. Tiene diversos significados. En Perú y en algunos países de Centroamérica también quiere decir “inútil, pusilánime y cobarde”. Esos conceptos también nos definen cuando no miramos lo que de verdad hay que ver. Cuando no vemos a Milagros ni a los niños que la mataron antes de que ocurra la tragedia.

 Texto del autor en el diario Critica Digital tomado de este enlace

El mundo alucinante

mundo-alucinanteReynaldo Arenas, El mundo alucinante (novela)
©1968; Tusquets, 1997, 312 pp.
Prix Femina (Francia), 1968

El cándido, pícaro y aventurero fray Servando Teresa de Mier, célebre personaje histórico, fue un fraile mexicano de la orden de los predicadores que vivió a caballo de los siglos XVIII y XIX, por sus poco ortodoxas ideas sufrió persecuciones, destierros y dio numerosas veces con sus huesos en la cárcel. En sus incansables andanzas -incluso su cadáver fue trasegado de acá para allá- recorrió, entre otros países, la España de Carlos IV y Godoy, la Francia de Chateaubriand y Madame de Staël, la Inglaterra de Lady Hamilton, Italia, Estados Unidos. El autor va tejiendo una auténtica novela de aventuras con una dimensión casi fabulosa. Considerada por muchos la obra maestra de este autor cubano.